martes, 12 de enero de 2010

Entrando a Chile y un largo Viaje a Santiago






Son las 8:30 pm por estos lados (en nuestra Colombia las 6:30), Grandes montañas de arena y de rocas que forman una especie de malecón que justo sostiene la carretera que conduce nuestro bus a Santiago de Chile. Apenas el sol se esconde y todavía el cielo perdura claro.
Esto de la moneda ha sido todo un juego de tío rico o bolsa millonaria. 500 pesos chilenos corresponden a un dólar, lo malo y lo triste es que una gaseosa personal vale 500 pesos chilenos es decir: 2000 pesos colombianos. Es cara la vida en Chile, hemos percibido unas cosas más caras que en nuestro país y otras con precios muy parecidos.
Después de Arequipa (9 de Enero de 2010) a la cual llegamos como a las 2 pm y salimos a las 10 pm, nos montamos en el mejor bus de la historia de estos tres aventureros. De dos pisos, buen olor, las personas se veían limpias, la verdad nos mirábamos a los ojos y no creíamos que estábamos en este bus “paraíso”, pues el bus que habíamos montado el día anterior: “ORMEÑO” fue un desastre. Cuando llegamos a Tacna yo estaba muy mal, Silvana y Paola estaban cuidándome y a la vez preguntando ¿qué sigue? ¿A dónde hay que ir? Y cambiando dólares a pesos chilenos. La fiebre me había subido, tenía mucha tos, se me congestionó la nariz de tal manera que me dio sinositis y me dolía la cabeza, los oídos los tuve tapados por largas horas. Cogimos un trasporte de Tacna a Arika, el cual nos costó 1500 pesos chilenos. Todo era muy extraño para nosotros, apenas eran las 6 de la mañana y una señorita que ayudaba en el abordaje del bus, nos pidió los pasaportes y nos entregó unos papelitos para diligenciar, estos eran las tarjetas andinas. Busqué dentro del bus alguna persona que tuviera cara de extranjero y pude ver una pareja brasileña, me acerqué, pregunté, me dijeron y me explicaron bien.
En este bus también vivimos cosas inolvidables que fueron y serán motivo de numerosas carcajadas, por ejemplo el cacareo de algunas señoras que en medio de su afán gritaban azaradas “vamos, vamos”, “ya viene otro bus y nos va a ganar” y como no mencionar la señora del Ormeño “falta pasajero” jajajajajaj increíble…
Luego llegamos a la frontera de “Chacalluta” (Chile), esto si parecía una frontera de dos países dignos, muy contraria a la de Aguas verdes (Perú) – Huaquillas (Ecuador). Llegamos a Arika y cambiamos unos dólares más, buscamos la agencia de transporte (Expreso del Norte) que nos llevaría a Santiago de Chile.
Intentamos negociar los pasajes, pensábamos que siendo tres iba a resultar, pero esto era posible si esperábamos hasta las 6 p.m que saliera el otro bus, es decir, esperar todo el día porque eran las 7 a.m o bueno pronto nos dimos cuenta que de la nada acá en Chile teníamos dos horas más.
Así que compramos los pasajes, luego la Aduana (la frontera y ahora esto nos mostraba que llegábamos a un país mucho más organizado) y rápido ya era la hora de embarcar, no hemos dicho que con este ya son tres los terminales que nos han cobrado un “Derecho de Embarque”, en este caso eran 100 pesos chilenos, pero en pro de ahorrar y alargar nuestro presupuesto dijimos en la agencia que no teníamos y las chicas muy amablemente nos dijeron que siguiéramos así.
En este bus ahora saldríamos rumbo a Santiago, nos esperan 27 horas de viaje y menos mal los 30.000 pesos chilenos incluyen almuerzo, comida y desayuno.
Llevamos como 9 horas aquí, hasta ahora todo muy bien, de hecho en lo que hasta aquí ha sido nuestro viaje podríamos decir que va genial: comodidad, limpieza… jajjaja y un tipo medio loco que no sabe que mas ofrecernos “le acomodo la silla señorita”, “tome esta cobija”. Ah bueno hubo un pequeño inconveniente pero lo demás parece haberlo borrado, ocurre que nos vendieron los pasajes sin numeración porque se había caído el sistema y en las paradas siguientes en los terminales intermedios hubo personas a las que les habían vendido las mismas sillas, pensamos en no bajarnos, a menos que como se lo manifestó Carlos al funcionario: nos devolvieran la plata completa de los pasajes como indemnización, pero esto no ocurrió, acomodaron a las nuevas personas y el viaje transcurrió… aquí estamos viendo película, Pao hablando con un chileno que la acompaña en la silla de adelante y Carlos y yo escribiendo la aventura para no perder detalles.

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